11 oct 2009

Arriga: "Yo escribo para los de mi especie"

Entre las multiples actividades gratuitas que ofrecía en el Festival Viva América, que comenzó el pasado miércoles 7 y que tendrá su fin hoy domingo, me quede con la conferencia de Guillermo Arriaga, Guillermo Martínez y Laura Restrepo, aunque bien me hubiese gustado poder asistir a la que ofrecieron Coti, Fito Paez y Damián Schwartz pero cuando quise reservar plaza ya no quedaba hueco.

Me entere casi por casualidad del Festival oyendo la radio unos días antes. Nada más saber de la visita de Arriaga tuve la necesidad de hacercarme a Casa América para escuchar lo que el señor que creo en su mente 21 gramos o Babel tenía que decir. Y lo cierto es que no me decepcionó en absoluto. Hablo sobre el proceso creativo, del estilo de cada cual, de las fuentes de las que se nutre su escritura y de la gente para quien escribe.

Encontre en las palabras de Arriaga matices muy interesantes. Según él, es posible dividir a los escritores en dos vertientes: aquellos que escriben gracias a los que han bebido de otros libros y aquellos que escriben sobre lo que han vivido. Obviamente ambas se entrecruzan en repetidas ocasiones, pero el sustrato y la base son diferenciables. Por otro lado, hizo una distinción entre los que poseen una estilo detenido y los que tienen uno con movimiento. Cuando mencionó a los del primer grupo recorde Oblomov, un libro que me costó fuerza y sudor acabar hace un par de años y comprendí a la perfección eso del estilo detenido, pues mientras intentaba terminar el libro de Goncharov en más de una ocasión me dieron ganas de coger al protagonista del cuello y exigirle que hiciese algo.

También se mojó el autor mexicano al nombrar a sus referentes en esto de la escritura. Baroja, Rulfo y Faulkner fueron los más repetidos durante la escasa media hora que duro la conferencia; a los que añadió al escritor cubano Pedro Juan Gutierrez por eso de "pasarsela hablando de sexo todo el tiempo". Además, recordó la defensa que Ortega y Gasset hizó de Baroja al hablar sobre la pobreza del lenguaje que algunos críticos le achacan, recalcando que "riqueza en el lenguaje la tienen muchos escritores pero profundidad en la emoción la tienen pocos". Por último, Arriaga aseguró que el escribe para los de su especie, entendiendo como tal  aquellos con el mismo gusto y similar idea del proceso creativo que él, es decir, mando un poco al carajo a aquellos que se dedican a criticar su trabajo.

Los otros dos ponentes, Guillermo Martínez, autor de Los Crimenes de Oxford, y la escritora colombiana Laura Restrepo me dejaron con un sabor un tanto agridulce. El primero pareció dejar la temática  sobre los crímenes en serie en las novelas sin acabar, aunque lo que contó fue bastante atrayante, como por ejemplo la paradoja de Wittgenstein; mientras que  la segunda, cuya conferencia sobre enmascarados se vislumbraba interesantísima, sobre todo por la mención al subcomandante Marcos, me decepcionó un tanto ya que habló menos sobre Marcos que sobre Leonarlo DiCaprio -por eso de haber protagonizado El hombre de la máscara de hierro hace unos años, aunque su discurso tuvo puntos buenos como la mención del Xipe Tótec, usado como ejemplo para explicar la característica que poseen las máscaras de doble puerta: una hacia la vida y la otra hacia la muerte.