3 ago 2010

Dara (Mardin)

Si hay algo de Turquía que me gusta es que, hasta este momento, no ha dejado de sorprenderme de forma continua. Es un país lleno de tantos contrastes que el encorsetamiento al que se le suele someter desde nuestra mirada europea es sumamente injusto.

Cisternas de Agua



En este último viaje a Nusaybin tuve la oportunidad de visitar Oğuz, un pueblo en el que se localiza el yacimiento de la ciudad que en la antiguedad fue conocida como Dara, una de las más importanes en las fronteras del Imperio Bizantino . Es fácil encontrar guías, pues nada más llegar los niños del pueblo se acercan para ofrecerte el pedazo de historia que se saben de memoria y que cuentan a los turistas, sobre todo nacionales, que se pasan por allí de vez en cuando. El problema es que los pequeños guías sólo hablan turco y kurdo, así que yo al mismo tiempo necesite de mi traductora  particular en Mardin.

Ágora
Algunos de los eficicios de época romana estan bastante bien conservados, teniendo en cuenta la zona de Turquía donde se localizan es bastante sorprendente. Hasta hace poco por estas tierras el ejército turco y las guerrillas del PKK hacian volar las balas de un lado a otro, (algo que todavía continuan haciendo en esa guerra no declarada interminable que ha robado tantas vidas) por lo que es de presuponer que ni las autoridades de la zona, ni los habitantes tuvieran como máxima preocupación la conservación de estas ruinas. 

Uno de los lugares más interesantes es lo que los locales conocen como "La prisión". En realidad, por lo pude leer en la información sobre el lugar su estructura da a entender que su principal misión era la de depósito o almacén. Aunque es posible que más tarde, la usasen como prisión. Nuestros pequeños guías kurdos nos contaron con gran entusiasmo la historia de un hombre al que tuvieron encerrado (me quede con las ganas de saber el delito que había cometido el susodicho personaje para acabar en aquella situación) en una habitación exclusivamente para él y sin ninguna abertura al exterior, exceptuando la  del techo por la que le pasaban la comida. El pobre se dedicó a hacer un agujero en la pared a base de quitar tierra y piedras con las manos para poder escapar, pero fue una gato que se coló en su celda por un pequeño agujero el que se enseñó el camino de la libertad.

La "prisión"
Quizá el lugar más impresionante sea la Necrópolis. Y sobre todo el señor que está a cargo del lugar. Con nosotros fue más que amable, pues nos dejo pasar a zonas por lo general restringidas a los turistas, pero al resto de los que llegaron allí, grupos bastante numerosos con muchos niños, (algo común por estos lares) los despacho con naturalidad y les corto bastante la libertad de movimientos. No pudimos entrar dentro de los edificios, pero desde fuera era curioso ver como habían instalado una alfombra, una mesa y un par de sillas en una de las habitaciones,...¡hay que tener todo dispuesto para tomar el té en todo momento y lugar!

Necrópolis
Necrópolis

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Turquía no deja de sorprender ni en la superficie, ni bajo ella, verdad? Ayer mismo un reciente conocido me comentaba sobre Turquía (a raíz de que yo le esbozase cierta historia que me vincula con ese país) que no tenía "ni puta idea" (con perdón y en pro de la literalidad) sobre este lugar. Le brillaban los ojos sólo al atisbar las historias y heterogenias que se entremezclan dentro de esas fronteras políticas. Sin oir más que mis escuetas palabras no podía, por supuesto, imaginar lo mucho que hay por descubrir.

Y, al parecer, Turquía aún sorprende a una cuasi experta en la región :) Es una alegría!

Sigue compartiendo para los que te leemos en la distancia ok?

Çok öptüm seni

Hejar

Sert Taş dijo...

Buenas!
Turquía sorprende al que acaba de llegar y al que lleva aquí años. Porque no hay una, si no muchas. Aunque, a veces, esten algo escondidas.

Para mi es un placer compartir mis experiencias gracias a este pequeño espacio, aunque preferiria vivirlas conjuntamente (como en los viejos tiempos :P)

un abrazo muy fuerte!
ez te maç dikim!